viernes, 13 de abril de 2012

Poema a Jorge Basadre (Livio Gómez Flores)

Dispensas por la desaparición súbita, diversos factores impidieron estar en el mundo virtual, trataremos de desagraviar a los amicus, por lo pronto va un  poema dedicado a Jorge Basadre Grohmann, de la pluma de Livio Gómez Flores.

DON JORGE BASADRE (1903-1980)

En un país, el nuestro
donde hay tanto creído
de todo pelaje,
desde el que empuña un gran poder
hasta el que apenas sostiene
un insignificante podercillo,
don Jorge Basadre fue hombre
de dulcísimo modestia.

De puro modesto que era
nos decía “Soy el hermano mayor”
siendo en realidad de realidades
el Maestro mayor, el Maestro excepcional
de nuestra vertiginosa generación
y de generaciones anteriores,
tal como lo será de generaciones futuras.

Otra forma de su modestia
era corregir lo que ya había corregido,
con ese anhelo perfeccionista de lograr
que su palabra sea
igual a la precisión,
igual a la realidad,
igual a la sencillez,
es decir,
igual a la verdad,
igual a la justicia,
igual a la belleza.

En un país, el nuestro,
donde hay tantos desigualadotes
que no dejan escapar la ocasión
para hacernos sentir
que no somos
de su camada social,
de su camada económica,
de su camada racial,
de su camada intelectual
o de su camarilla de poder,
don Jorge Basadre fue hombre
de ennoblecedor humanismo.

Creaba una atmósfera acogedora
y daba un trato igualitario
que nunca olvidarán,
que siempre recordarán
los que te recibieron.

En un país, el nuestro,
donde hay tantos egoístas
que revientan de egoísmo,
don Jorge Basadre fue hombre
de anchurosa generosidad
sin trompetas luminosas.
En un país, el nuestro,
donde hay vericuetos
en los que acampa la deshonestidad,
don Jorge Basadre fue hombre
de andante honestidad activísima.

En un país, el nuestro,
donde hay quienes sólo impulsan
el hueco progreso material,
don Jorge Basadre fue hombre
que además clamó y reclamó
por el neto progreso espiritual
de nuestros pueblos.

En un país, el nuestro,
donde hay quienes al poseer
algún tipo de poder,
por muy ridículo
o por muy considerable que éste sea,
se empluman de vanidad y de petulancia,
donde Jorge Basadre fue hombre
que jamás se envaneció.
Ni siquiera lo hizo
Aquellas dos veces que ocupó
la cumbre ministerial.

En un país, el nuestro,
donde el poder tiene sus merecedores
y sus inmerecedores
don Jorge Basadre fue
uno de los primeros en merecerlo
uno de los primeros en dignificarlo
y uno de los primeros en rechazarlo
cuando fue necesario.
Porque si alguna vez aceptó el poder,
no fue para dejar en la calle a nadie,
no fue para humillar,
no fue para lucrar,
no fue para privilegiar mediocridades,
ni fue para proteger ocios ni negocios
ni calaña alguna
de irresponsabilidad,
sino para servir a la patria,
a la Patria amada
que le venía como una cicatriz interior
desde la infancia
y que le recorría el corazón
y el ser entero
como una gota de reactivadota sangre
entre las gotas de su sangre.

Es el ejercicio ético del poder.

En un país, el nuestro,
donde hay tanto
por desarrollar (lo bueno)
y tanto pero tanto
por impedir que se desarrolle (lo malo),
don Jorge Basadre fue,
sigue siendo y será, en espíritu,
el hombre ejemplo:
ejemplo de modestia,
ejemplo de humanismo,
ejemplo de honestidad,
ejemplo de docencia,
ejemplo de servicio,
ejemplo de ejemplos,
en el campo de la ejemplaridad.

En homenaje a su febreral luz
amanecida en Tacna;
en homenaje a su inteligencia patriarcal
que se apagó en Lima;
pero que sigue brillando en el universo;
en homenaje a su sosegada
pero laboriosa grandeza
quedan escritos con emoción estos versos.
Agosto de 1986.
 (Livio Gómez Flores, Ancash)

De un libro inédito nuestro

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